¿Son los Lakers un equipo de playoffs?
Los Angeles Lakers llegó a la temporada 21/22 siendo uno de los equipos que más hype despertaba entre los fanáticos, y no era para menos. Carmelo Anthony, Russell Westbrook y Dwight Howard estaban entre los nombres que se sumaban a LeBron James y Anthony Davis para conseguir el tan ansiado anillo, pero las piezas no encajaron, y el nivel no fue el esperado. Los de oro y violeta se quedaron a las puertas de las posiciones de playin, con un record de 33 victorias, 49 derrotas y un juego que no bastó para una franquicia que acostumbra a estar en los puestos altos de la liga.
La organización, con este precedente, decidió mover fichas y comenzó a hacer movimientos que ayudaran a recuperar el orgullo de uno de los equipos más ganadores del básquet y del deporte estadounidense en general.
¿Cuáles son sus puntos fuertes?
Darvin Ham
El coach viene de trabajar en el staff de Milwaukee Bucks, el campeón de la temporada 20/21. Dunkin Darvin, como le llamaban cuando competía, tiene un estilo de entrenamiento defensivo, que es una de las falencias que los Lakers tuvieron el año pasado. expresó su deseo de fortalecer ese sector de la cancha, a tal punto de establecer las kills, estadísticas que serán contabilizadas cada vez que un jugador realice tres acciones defensivas seguidas exitosamente. Ham sabe lo que es conseguir campeonatos como miembro del equipo técnico y como jugador, y quizás esa experiencia sirva para inculcársela a los más jóvenes del plantel.
LeBron James y Anthony Davis
Las estrellas del equipo son baluartes ofensivos en sí mismos. El rey promedió 30 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias, y peleó por el título de anotación. El de Chicago, por su parte redondeó una planilla de 23/10/3 en las mismas estadísticas, pero jugó apenas 40 partidos. De todos los encuentros en los que han compartido minutos, los Lakers han vencido cerca del 70%, un número que genera esperanza entre los fans. El problema de este dúo es que una de sus regularidades ha sido el período que pasa AD entre lesiones, que suele ser más bien poco.

Nuevas incorporaciones
El fichaje de Patrick Beverley fue el más sonado. El guardia es una especie de animal defensivo, que da todo de sí mismo para proteger su aro, y cumplirá un rol que, como dije antes, a los angelinos les hizo falta la temporada pasada. Es importante recalcar también el regreso de algunas figuras que podrían dar un respiro a los veteranos en ataque. Kendrick Nunn, que no pudo debutar en la temporada 21-22 por una lesión en la rodilla derecha, y Dennis Schröder, que viene de competir en el Eurobasket y promediar 22 puntos y 7.1 asistencias con un 45.1% en tiros de campo, pueden ser las herramientas que desatasquen una ofensiva que se centró en AD y LBJ el año pasado. A su vez, la dirigencia, para relajar un poco la labor de Anthony Davis, consiguió que llegaran hombres grandes como Thomas Bryant y Damian Jones.
¿Qué puede salir mal?
Russell Westbrook
El jugador, que fue el MVP en 2017 y supo ser uno de los bases más atléticos de la liga, no logró encajar en el esquema que planteó Frank Vogel en la 21/22. Con porcentajes de tiros de campo de casi 67 y de triples de menos del 30, el californiano se pasó la temporada errando un lanzamiento tras otro, recibiendo el apodo de Westbrick, aunque tuvo algún que otro highlight interesante, como una volcada sobre Rudy Gobert. Además, en los partidos de pretemporada se lo notó desconectado del equipo, absteniéndose de las charlas y arengas grupales. Durante la agencia libre se rumorearon numerosos traspasos que lo involucraban, por Kyrie Irving, por MIles Turner y Buddy Hield, entre otros, pero hasta la fecha ninguno se ha concretado. Quizá sería lo mejor para el equipo y para Russ conseguir un intercambio, porque el base no se ha sentido cómodo para ejercer su juego en Lakers, y el número de victorias de la franquicia se ha visto afectado por eso.
El rey no es inmortal
Un punto que duele considerar pero que es imposible de evitar es la edad de LeBron James. Con casi 38 años y en su temporada 20, el rey comenzó a ver las consecuencias que el deporte de alto rendimiento tiene en su cuerpo. Entre el cansancio acumulado y las lesiones, jugó solo 56 partidos en la edición del 75 aniversario de la NBA, y es posible que suceda algo similar en temporadas venideras.

El spacing
La gran mayoría de las amenazas ofensivas de los Lakers se ubican dentro de la zona pintada. El año pasado, el porcentaje de triple del equipo redondeó un 35 que lo ubicó 22 entre las 30 franquicias. El resto de franquicias notó esto, y comenzaron a priorizar la defensa en esa parte de la cancha, lo que limitó notablemente a los jugadores de Los Ángeles. Los refuerzos podrían cambiar eso, pero el porcentaje de triple más alto de en la pretemporada es el de Matt Ryan (37,5), y no es alentador.
Las lesiones
Uno de los factores que más perjudicó a los de amarillo y púrpura fue el tiempo que sus piezas pasaron fuera de la cancha. Anthony Davis se perdió 42 partidos. LeBron James 26. Para este inicio de temporada parece que el problema persiste, porque es dudosa la participación de Schröder y Westbrook en los primeros partidos. El cuidado que los jugadores hagan de su cuerpo será crucial y, siempre que se mantengan sanos, les permitirá estar al nivel de las expectativas que sus nombres despiertan.
El futuro no es tan brillante
En conclusión, la franquicia carece de una identidad en su estilo de juego, y está intentando encontrarla. La dependencia de sus estrellas la llevó a los resultados del año pasado, y la solución parece ser darle minutos a jugadores como Austin Reaves, Kendrick Nunn y Lonnie Walker IV, que gustan de correr la cancha y de rápidas transiciones. Sin embargo, el Oeste parece ser más competitivo que nunca, con la vuelta de referentes del calibre de Kawhi Leonard, Jamal Murray y Zion Williamson, y la llegada de figuras como Rudy Gobert.
Estos Lakers, con una plantilla que parece hecha a último momento y con rivales tan fuertes, puede aspirar, si las dinámicas son las mismas que las del año pasado, a semifinales de conferencia. Todo esto sin dejar de arriesgarse a sufrir el mismo destino que la última temporada, quedándose fuera del playin. No descartemos, sin embargo, que LBJ se cargue al equipo al hombro y, con mejores piezas de rol entre sus filas, dé la sorpresa y amenace con campeonar como lo hizo en la 19/20. Quizá sea soñar demasiado, pero LeBron ha demostrado que, con una pelota de básquet entre sus manos, es capaz de todo y más.