¿Quiénes son los cuatro debutantes del All-Star Game?
Zion Williamson, Jaylen Brown, Zach Lavine y Julius Randle participarán por primera vez del Juego de las Estrellas este próximo 7 de marzo cuando todas ellas (o casi todas) se reúnan en la Ciudad de Atlanta. Responder quienes son los integrantes de este “cuarteto” como si no los conociésemos sería algo ilógico, ya que justamente acaban de consolidarse como verdaderas figuras de la liga. Por esta misma razón, haremos un breve repaso a sus cortas carreras antes de llegar a este importante momento de sus trayectorias en la NBA.
Zion Williamson
El jugador de los New Orleans Pelicans es el más joven de los debutantes con tan sólo 20 años, (cuarto más joven de toda la historia sólo por detrás de Magic Johnson, LeBron James y Kobe Bryant), pero también es de los que llegó con más “peso” a la liga. Ya desde el instituto que se venía hablando largo y tendido sobre su persona y de la probabilidad de convertirse en el próximo LeBron James.
Tras un bestial año en la prestigiosa Universidad de Duke, fue elegido en la primera posición del Draft del año 2019 por los New Orleans Pelicans, quienes buscaban una nueva cara de la franquicia tras la inminente salida de Anthony Davis. Ya todos sabemos que tardó en debutar por una lesión provocada en parte por su corpulento cuerpo, pero desde que vió acción el 22 de enero del 2020 frente a los Spurs, no dejó de asombrarnos. Sus promedios en el primer año llegaron a los 22.5 puntos, 6.3 rebotes y casi 60% de campo en apenas 27 minutos, pero al disputar solo 24 encuentros, su candidatura para el Rookie del Año fue casi descartada.
Este año, el zurdo es una de las dos figuras de su equipo junto a Brandon Ingram y sus números mejoraron hasta los 25 puntos y 7 rebotes. Es claro que siempre hubo mucho “hype” alrededor de él, pero también es cierto que cada vez tiene menos miradas observándolo. Su selección para el ASG puede llegar a tener algo que ver con la cuestión de marketing, pero deportivamente es totalmente merecida.
Jaylen Brown
El “7” de los Celtics es producto de la Universidad de California y fue seleccionado por Boston en la tercera posición del Draft del 2016. Su primer año en la liga fue un tanto discreto y hasta algo decepcionante para ser el reciente pick 3. Sus 6 puntos y 3 rebotes en 17 minutos de juego hacían que se empiece a dudar un poco de él.
Sin embargo, en su temporada sophomore se ganó su lugar en el quinteto que, a priori, conformaría con los recién llegados Kyrie Irving y Gordon Hayward, el por aquel entonces rookie Jayson Tatum y el experimentado Al Horford. Ya es sabido que Hayward se rompió feo en su primer partido, Kyrie se perdió los Playoffs, y que Tatum acompañado de Brown (15 puntos y 5 rebotes en 30 minutos) llevaron al equipo a las finales de conferencia.
Tras un tercer año muy similar, Jaylen explotó la temporada pasada, la cuarta en su currículo. Consiguió 20 puntos y 6.5 rebotes ya siendo la clara segunda espada del equipo. En la campaña actual se estiró hasta casi los 26 tantos y también aumentando su caudal de asistencias cerca de las cuatro por noche.
Zach Lavine
“Flight 8” (sí, ese es su apodo según nuestra siempre confiable Basketball Reference.com, aunque yo personalmente no había escuchado nunca) salió de UCLA y llegó a la NBA luego de que los Minnesota Timberwolves lo seleccionasen en el puesto 13 de la ceremonia del ya algo lejano Draft del año 2014.
Tras dos temporadas bastante buenas junto a los primeros picks del 2014 y 2015, Andrew Wiggins y Karl-Anthony Towns, Lavine se preparaba dejar de ser solamente el bicampeón del Slam Dunk Contest, y comenzar a ser un jugador mucho más completo. Así estaba siendo, ya que tenía los mejores números de su corta carrera (casi 20 puntos por partido) hasta el momento de su grave lesión en la rodilla.
Durante la ceremonia del Draft del 2017, fue traspasado a los Chicago Bulls junto a Kris Dunn y los derechos de Lauri Markkanen a cambio de Jimmy Butler y el recién elegido Justin Patton. No estaba recuperado y todavía era una incógnita su futuro, aunque llegó a jugar 22 partidos del final de esa temporada con unos números similares. En su segundo año en la “Ciudad del Viento” volvió a volar. Fue progresando cada vez más hasta llegar a este increíble presente que le permite ser reconocido de manera totalmente merecida como un All-Star. Si promediando casi 29 puntos y con su equipo en puestos de Play-offs estaba ausente, estaríamos presenciando un escándalo.
Julius Randle
El interno de los New York Knicks tuvo el debut más desgraciado de los últimos años y esta selección para el All-Star Game habla de una verdadera historia de superación. Seleccionado por los Lakers en la séptima posición del Draft del 2014 y proveniente de Kentucky, Julius sufrió una fractura de peroné en su primer encuentro como profesional que le impidió volver a jugar a lo largo de su año de presentación.
Fue pieza importante de aquellos “Young Lakers” de la transición de la era Kobe a la actual de LBJ. Sus números como angelino fueron más que interesantes pero, cuando llegó la hora de renovar, Randle pidió un merecido contrato alto que los Lakers no podían darle debido a la inminente llegada de LeBron James. Por esta razón, firmó por un año con los Pelicans donde terminaría de justificar sus pretensiones económicas.
La temporada pasada puso el gancho con el equipo de la Gran Manzana y tras un año un poco más discreto que el de su estadía en Louisiana, está siendo la estelar figura de estos sorprendentes Knicks que están en puestos de play-offs luego de mucho tiempo. Por una cuestión de progresión tanto individual como grupal, es totalmente justificada la presencia de un Knickerbocker en el ASG.
Sus reacciones:
Williamson:
«No he sido consciente de esto hasta que hablé con mi madre y tomé conciencia. Es una locura».
«Quiero agradecérselo a mis entrenadores, compañeros, ellos han confiado en mí para llegar hasta aquí y ser quién soy. Ahora tengo que demostrar a los votantes de lo que soy capaz».
«Desde pequeño poder ver a esas estrellas en el All-Star Game era lo máximo, incluso cuando estaba en instituto o college. Cuando ves a esos jugadores te sientes honrado solo por estar ahí. He soñado bastante con este momento. Mis expectativas son pasármelo bien, es un honor ser un All-Star y quiero pasar un buen momento».
Brown:
«No me siento muy como un All-Star porque estamos por debajo del 50% de victorias».
«Nunca había perdido tantos partidos desde que estoy aquí como Celtic. Tenemos que encontrar formas de ganar. Sigo pensando que hemos estado jugando mejor de lo que lo hemos hecho a principios de temporada, así que tengo la esperanza de encadenar algunos juegos juntos y hacer una carrera. Está muy a nuestro alcance hacerlo. Es solo cuestión de tiempo».
«Tenemos que seguir construyendo en defensa. Encadenar algunas victorias seguidas. Ganar tantos partidos como podamos antes del parate. Todavía nos quedan 40 partidos por jugar, así que esperamos con ansias todos los días».
Lavine:
«Para mí, sabía iba a suceder. Era cuestión de tiempo».
«Estoy feliz de que el éxito del equipo que tenemos sea una gran parte de eso. Este es uno de los mejores años que he jugado individualmente, pero también en lo que respecta al éxito en equipo. Así que es muy gratificante».
«El año pasado pensaba que lo lograría, especialmente porque fue en Chicago. Es algo grande. Es algo por lo que tienes que salir y ganarte ese respeto y hacerlo como equipo, no solo como individuos».
Randle:
«Definitivamente fue un momento surrealista, es una locura».
«Todo lo que podía soñar, parecía que todo se hizo realidad. Fue increíble, honestamente por esto es por lo que firmé aquí, las metas que me puse y jugar para los Knicks. Todo está ocurriendo».
«Sé que esta fue una noche especial para también para mí madre (quien está muy feliz por la elección de su hijo y a quien no ha podido apenas ver por la actual situación). Ella ha estado allí en cada paso del camino viendo todo el trabajo que realicé, así que definitivamente también es especial para ella. Fue increíble ver lo feliz que estaba felicitándome».
