Ni una sola palabra de amor

Cuando hoy hablamos de los New York Knicks, probablemente se nos vengan a la mente pensamientos poco esperanzadores, irrisorios, tal vez, pero definitivamente se aparece la palabra fracaso. Mas tarde, quizás, pueden aparecer el Madison, incluso Pat Ewing para los más nostálgicos, pero también el marketing. Si la mítica serie Friends siguiera vigente, Joey y Chandler probablemente no irían más a ver a sus knickerbockers, ni tampoco George Costanza, de Seinfeld.

Si en el ascenso de las sit-com neoyorquinas de los años 90, el MSG era una fija, hoy la realidad es otra. La franquicia neoyorquina sufre el acoso de Hollywood al punto de que se la menciona únicamente para recordar que hace 7 años que no clasifican a los playoffs o, simplemente, que apestan. Ojito, siempre hay una excepción a la regla y es que Jake Peralta, personaje protagonista de la exitosa Brooklyn 99, en tierra de Nets, es hincha de los Knicks. Torazo en rodeo ajeno (?).

En fin, si son hinchas, voy a limitarme a recomendarles Uncut Gems, por razones puramente basquetbolisticas, y ahora sí vayamos a lo nuestro. ¿Qué pasó en este tiempo para que un equipo, otrora bien respetado, pase a ser un foco constante de críticas?

Para entender mejor el lugar de la franquicia, nos retrotraemos a tiempos de la BAA, antecedente de la NBA y liga de la cual los Knicks, no solo jugaron el primer partido, sino que lo ganaron. Sí comenzaron pisando fuerte, más se iban a hacer oír cuando draftearon a uno de los 3 primeros jugadores afroamericanos de la liga, «Sweetwater» Clifton, en 1950.

73´Champs, George Kalinsky, @nyknicks

Pese a jugar 3 finales consecutivas en esa época, no conseguirían ningún anillo. Mala suerte la suya, que se iba a extender a un partido contra Philadelphia Warriors, en el que Chamberlain les anotó la histórica cifra de 100 puntos.

Evidentemente, pudieron recuperarse de ese golpe ya que en las temporadas 69-70 y 72-73, llegaron los primeros títulos, de la mano de jugadores de la talla de Willis Reed, Clyde Frazier (si, el de los trajes excéntricos) y Phil Jackson, personaje que va a volver a aparecer en la trama.

La era del Big Fella

En 1985 se terminó el sistema de coin flip y se pasó al modelo de lotería en el draft. Como si fuera poco, en el primer año con ese sistema, les tocó la primera selección, con la que eligieron a Pat Ewing: un pívot prometedor, pero poco vistoso.

Después de algunos años intrascendentes, los Knicks ya tenían todo para volver a un anillo: una figura y un marco. El Garden no se negociaba y prueba de ello fueron las 26 victorias seguidas de local en la 88-89, señuelo de lo duro que sería enfrentarlos en su casa años más tarde

Qué hubiera pasado si…

En la década del 90´, los knicks se dieron el lujo de jugar dos finales. Sin embargo, ninguno de esos oponentes caló tan hondo en el imaginario neoyorquino como sí lo hicieron Indiana y Chicago. Jugar con los condicionales es engañoso, pero los hinchas de NY, y el mismo Pat Ewing no deben dejar de preguntarse cuántos anillos habrían ganado de no ser por Michael Jordan y Reggie Miller.

Los números no mienten: en la 88-89, la 90-91, la 91-92 y la 92-93 fueron eliminados por los Bulls, dejando en el recuerdo apenas una memorable volcada de Starks sobre Air Jordan.

Para la 93-94 no tenían excusa, ya no estaba M.J. Sin el 23, no solo vencieron a los Bulls, sino que llegaron a la final, donde se encontraron con los Rockets de Olajuwon. Dieron pelea pero no hubo caso, derrota en 7. Qué habría pasado sin Olajw… Bueno, no, tampoco adoptemos niveles exagerados de especulación, pero lo cierto es que los Knicks demostraron tener con qué.

Al año siguiente, tampoco tuvieron que enfrentar a los Bulls, ¿se repetía la 93-94? Reggie Miller se encargaría de que no fuese así. No dejen de ver Winning Time: Reggie Miller vs the New York Knicks, radiografía espectacular de una serie que dejó de todo. Lo más memorable: 8 puntos en 9 segundos de Reggie para llevarse el primer juego.

En la 95-96 quedan afuera contra Bulls y en la 97-98 contra Pacers, otra vez sopa.

Los knicks ganan a Ewing (SI, @nyknicks)

Por momentos Miami fue una piedra en el zapato, pero nunca al nivel de Indiana y Chicago. De hecho, en la 98-99, los Knicks llegaban a Playoffs con un récord de 27-23, que igual les alcanzó para vencer a unos Heat que venían de ser primeros en la temporada regular. Sencillamente histórico. Esa serie les dio el aventón necesario para, finalmente, vencer a Indiana y llegar así a otra final, quizás la más inesperada de los últimos años ya que con Ewing lesionado, los que dieron el paso adelante fueron Marcus Camby, Sprewell y Houston, ninguno de ellos all-star, aunque si jugando como tal. Estos últimos, se lucieron particularmente en las finales que disputaron contra los Spurs de Pop, promediando 48ppp entre los dos. Sin embargo, no fue suficiente y se encontraron derrotados en 5 contra un genial David Robinson, y una estrella emergente como Tim Duncan. Magnifica pintura, desde ya, pero no podemos evitar preguntarnos, de nuevo, que hubiera sido de esa final con Pat Ewing.

En la 99-00, vuelven a perder contra Miller y sus Pacers, esta vez en 6: vuelta a la normalidad. Esa sería la última temporada de Ewing con los de azul y naranja. Al año siguiente, se terminaría una racha de 433 partidos con tickets agotados en el MSG. No me gustan las metáforas belicistas, pero evidentemente lo de proteger el MSG iba en serio. Este hecho, sin embargo, no fue casualidad ya que ese año los Knicks se perdieron los P.O por primera vez en 14 años. Sin Ewing, que no se note…

419-565 B.C- 196-216 A.C

¿Antes y después de cristo? No, hoy no toca hablar del imperio romano, esos son los récords del siglo XXI antes y después de la contratación de Carmelo Anthony. Veamos.

Es evidente que, luego de la marcha de Ewing, ya con menos gente yendo a los juegos, la franquicia entró en reconstrucción casi por inercia. Eso sí, duró más de lo esperado.

Aunque muchos no lo sepan Isiah Thomas fue presidente de 2003 a 2008, con apenas una clasificación a postseason. Con este gris panorama, el foco de los Knicks estaba puesto en la agencia libre de 2010, donde jugadores como LeBron James o Dwyane Wade quedaban libres para firmar por otros equipos. Casi como en 2019, la contratación de una super estrella fue esquiva, así y todo, firmaron a Amar’e Stoudemire. Para que lo dimensionen, era bastante mejorcito que Julius Randle, la alternativa a Durant e Irving en 2019.

Para terminar de armar el equipo, los Knicks necesitaban una super estrella. Ya habían probado con Stephon Marbury unos años antes y no había funcionado. De esta manera, en 2011, en uno de los traspasos más espectaculares de la década, los Knicks adquirieron a Carmelo Anthony y a Chauncey Billups a cambio de Danilo Gallinari, Wilson Chandler, Raymond Felton, Timofey Mozgov, la primera ronda de 2014 y derecho a intercambiar rondas en 2016. Parece razonable por un jugador que había llevado a Denver a las finales del Oeste con tan solo 24 años.

Con todo, apenas dos eliminaciones rápidas en P.O. Ni Mike D´Antoni parecía llevarlos más lejos que eso. ¿Lo mejor? El DPOY para Tyson Chandler y Linsanity, pero de eso hablaremos en otra entrega.

Para el inicio de la 12-13 se daba el regreso de Marcus Camby y la acertadísima contratación de nuestro querido Prigioni. Pese a las constantes lesiones de Stoudemire, con un Melo encendidísimo, y un JR Smith merecedor del Mejor Sexto Hombre, serian campeones de la división atlántico, lo que no conseguían desde la final en el 94. Daba la impresión de que llegarían lejos, hasta que apareció un Indiana en su camino. Dicho y hecho, 2-4 en ECF en lo que sería la última participación en postemporada para el equipo hasta el día de hoy.

El triangulo de las Bermudas

La esperanza se depositó, unos años más tarde, en nada menos que el 11 veces campeón de la NBA, Phil Jackson, pero no en su especialidad, sino como GM.

Bajo su gestión, Nueva York consiguio la racha más larga de derrotas en los 69 años de historia de la franquicia, mientras que en la temporada 2014-15 sellaron el peor balance jamas registrado por el equipo con unas modestas 17 victorias. Si hubo algo para rescatar fue la 4ta selección obtenida en el draft del año siguiente, con la que elegirían a Kristaps Porzingis, probablemente el mayor acierto de la era Jackson. ¿Lo peor? El contrato de Noah. Quizás Phil Jackson haya visto semejanzas con Rodman, pero nunca estuvo tan lejos de eso. La ofensiva triangular no daba sus frutos en la gran manzana podrida de NY.

Make the Garden great again

Debido al escaso éxito de Jackson, se convocó a un cambio en la dirigencia técnica y administrativa. El nuevo objetivo: volver a hacerse fuertes en el Garden, ese que tanto les gusta a jugadores de la talla de M.J y LeBron, nada menos.

A diferencia de épocas anteriores, ninguna estrella se erigía como su protector. Para ese entonces, ya se visualizaban vestigios de una relación tóxica entre Carmelo y la franquicia por lo que el 7 sería traspasado a Oklahoma. Promediando 27ppp en su estadía, hay que decir que fue uno de los grandes aciertos de los Knicks, aunque muchos todavía lo discuten.

Los nuevos encargados de defender el MSG no lo hicieron nada bien, hay que decirlo. Es cierto, tampoco se armó un equipo consecuente con el objetivo, pero que no se haya hecho un equipo para ganar no es del todo malo. Quiero decir, empezó la verdadera reconstrucción, con adquisiciones de draft valiosas como Ntilikina, Knox, RJ Barret o Mitchell Robinson. Lo más discutible puede ser el trade de Kristaps Porzingis a Dallas, pero la realidad es que se adquirió una capacidad financiera muy flexible para futuras agencias libres.

Ya son unos cuantos años sin P.O, pero no tantos de reconstrucción, lo que muchas veces se pierde de vista. New York no es fácil, hace 7 años que son la franquicia más valiosa de la NBA, con un valor mayor al PIB de Liberia, Cabo Verde, Gambia, Belice, Samoa, Yibuti, Tuvalu, Groenlandia, y la lista sigue. Un gran mercado conlleva una gran responsabilidad (?), bueno no, pero si una fuerte presión mediática. Aunque no es solo eso, sino que, como vimos, supo ser hasta hace pocos años, una franquicia con registros muy buenos. Será cuestión de paciencia y una cuota no menor de tanking.

En fin, no son tantos los desaciertos para un equipo que hace años que no recibe ni una sola palabra de amor

BONUS TRACK: si llegaron hasta acá, les dejo esta genial escena de una peli de las tortugas ninjas con el MSG de fondo, dos protagonistas como Deandre Jordan y Lou Amundson (si lo recuerdan son verdaderos fanáticos) y una tercera en discordia: una rebanada de pizza.

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