Las malas lenguas dicen

Dicen las malas lenguas, aquellas que el aire hace menos esfuerzo por detener, que una mujer hincha de Phoenix Suns hospitalizada por coronavirus en la capital de Arizona murió, volvió a la vida y falleció de nuevo el 4 de agosto.

Dicen las malas lenguas que esta mujer había empezado a cerrar sus ojos muy lentamente a eso de las cinco de la tarde con la televisión de su habitación de terapia intensiva sintonizada en el canal que emitía el partido entre su equipo y Los Angeles Clippers.

Dicen las malas lenguas que durante el medio tiempo del juego entre las franquicias de la División Pacífico, rodeada de una médica, un par de enfermeros, dio su primer último suspiro.

Dicen las malas lenguas, sin embargo, que mientras le comunicaban a la familia de esta mujer su fallecimiento, ella volvió a separar sus párpados para ver los segundos finales del partido de Suns. Lo asegura el enfermero que le estaba quitando la vía que tenía enchufada en el pliegue del codo. El respirador ya estaba apagado.

Dicen las malas lenguas que el enfermero miró también a la pantalla mientras Devin Booker tomaba la pelota a ocho segundos del final, cómo amagó a Paul George, primero, a Kawhi Leonard, después, giró y lanzó al aro con un segundo restante en el cronómetro sobre el recuperado basquetbolista que hasta hace unos meses vestía la camiseta de Oklahoma. Álvaro Martín habría dicho en su relato que el escolta lanzó una plegaria.

El alero se estiró tanto como pudo, pero el balón atravesó su mano. Booker y George cayeron sin dejar de mirarlo. La chicharra sonó y el tablero se iluminó antes que la pelota llegase al aro mientras el partido estaba empatado en 115.

Finalmente, la naranja se mezcló con la red blanca sin siquiera tocar el aro. 117 a 115. Los jugadores de Phoenix se abalanzaron sobre el escolta sin dejarlo ponerse de pie. Golpearon su pecho y tiraron de su camiseta morada. Suns ganó su tercer partido en la burbuja de Orlando y se ilusiona con alcanzar un play in y entrar por primera vez a playoffs en una década.

Dicen las malas lenguas que la mujer, ahora sí, dio su último suspiro. El enfermero corrió en busca de la doctora, pero no pudieron hacer nada al respecto.

Dicen las malas lenguas que fue un último momento de alegría para la hincha de Phoenix. El enfermero asegura que murió con una pequeña sonrisa dibujada en el rostro.


Un invicto inesperado

Ni el más optimista de los y las hinchas de Phoenix Suns pudo anticipar esta situación: cinco partidos jugados; cinco partidos ganados en el ESPN Wide World of Sports Complex.

La figura de la franquicia sigue siendo Devin Booker, que lideró en puntos a los suyos todos los encuentros a excepción del juego frente a Indiana, cuando comandó DeAndre Ayton. Pero no se trata de un unipersonal. Monty Williams logró -a pesar de que dos de sus asistentes fueron despedidos antes del reinicio de la competencia- rodear bien al escolta.

El joven pivot y selección número uno del draft de 2018 mejoró su nivel y comenzó a lanzar desde fuera del perímetro; Ricky Rubio sigue entendiéndose bien con Booker; Cameron Johnson es de los mejores novatos en la burbuja y siempre alguien, sea Dario Saric, Cameron Payne o, como en el último juego, Jevon Carter, aporta puntos claves desde la banca.

El camino de Suns en la burbuja comenzó con la victoria 125 a 112 sobre unos amputados y ya eliminados Washington Wizards. En ese encuentro, el quinteto titular y el ala pivot croata sumaron doble dígitos para la victoria de los de Arizona.

Posteriormente, frente a Dallas Mavericks, los entrenador por Monty Williams ganaron 117-115 de la mano de Devin Booker, Ricky Rubio y Cameron Johnson, que acumularon 69 del total de los puntos. Dos días después se encontraron con Los Angeles Clippers, que ya contaban con Lou Williams, pero no con Montrezl Harrell, todavía ausente. Sin embargo, la mayor falencia de los angelinos fue la defensa perimetral: Phoenix anotó el 53% de sus tiros de tres y ganó por el tiro de Devin Booker sobre la chicharra para terminar con un resultado idéntico al cotejo anterior.

Con el triunfo 114 a 99 ante Indiana Pacers, Suns se convirtió en el único equipo que mantenía el invicto y, además, pudo contener al jordanizado T.J. Warren, dejándolo con apenas 16 tantos y 11 rebotes.

El último de los partidos fue frente a Miami, que resultó victoria 119-112 para Phoenix con el aporte de 20 puntos de Jevon Carter desde la banca y -otra vez- la gran labor de Devin Booker, que lideró con 35 tantos a la franquicia.

Restan los juegos contra Oklahoma, Philadelphia y Dallas y, pese a que aún depende de los resultados que tengan Memphis, Portland y San Antonio, los de Arizona se ilusionan con alcanzar la postemporada por primera vez en diez años.

*Crédito foto de portada: Kevin C. Cox – Kevin C. Cox / AP.

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