La pesadilla de Lonzo Ball: otra vez a quirófano

El 20 de enero de 2022, Chicago Bulls reportaba que su base titular, Lonzo Ball, tenía una leve desgarro en el menisco de la rodilla izquierda. La lesión lógicamente preocupaba de cara a las aspiraciones del equipo en esa temporada pero se creía que el guardia podía volver a las canchas antes de los Playoffs de ese año. El día 28 de ese mes Ball fue operado con éxito, empezando un proceso de recuperación que rápidamente se transformaría en una pesadilla.

Menos de dos meses después de la operación, los Bulls anunciaron que el tratamiento del jugador estaba siendo más lento de lo esperado y pocos días después, precisamente el 6 de abril, confirmaron que iba a perderse el resto de la temporada. Llegado ese punto, la situación empezaba a ser bastante extraña. Lonzo sentía dolor en la rodilla y no podía trotar ni hacer esfuerzos casi que de ningún tipo.

Llegaron los Playoffs y Chicago cayó 4-1 en primera ronda ante Milwaukee Bucks, extrañando la mejor versión de un plantel que supo liderar el Este a comienzo de temporada con Ball como uno de sus estandartes. Pasó el verano, llegó el training camp y la cosa no mejoraba, así que el cuerpo médico de la franquicia tuvo que tomar una decisión: volver a operar. El guardia volvió al quirófano para una artroscopia que permitiría ver la rodilla en profundidad y determinar pasos a seguir. Después de la intervención, las noticias eran relativamente positivas… Lonzo volvería a una cancha de básquet en las siguientes 6-8 semanas, casi 10 meses después de su primera operación.

El jugador se grabó para redes sociales y declaró textualmente: «Realmente no puedo correr ni saltar. Hasta que no pueda hacer esas cosas, no voy a jugar.» Si bien esas 6-8 semanas era el tiempo en el que sería reevaluado y no había ninguna garantía de nada, la idea general era que iba a volver a jugar tarde o temprano esta temporada. Casi dos meses más tarde, Billy Donovan, coach del equipo, comentó en conferencia que la recuperación estaba siendo muy lenta y que no había garantías de verlo jugar en esta temporada… el panorama cada vez iba a peor.

La situación no tuvo novedades hasta el 21 de febrero de 2023, cuando se confirmó que Lonzo Ball estaba fuera por el resto de la actual campaña. Su rodilla sigue con dolores y no se recupera. Pero hace unos pocos días, un nuevo y sorpresivo reporte renovó las esperanzas en Chicago: Lonzo se someterá a una tercera operación en la rodilla que puede dejarlo afuera de gran parte de la temporada 2023-24. Tanto la familia como el entorno del jugador creen que será la intervención definitiva.

La operación fue explicada por los médicos como un trasplante de cartílago. Si esta decisión tiene el mejor de los resultados y puede jugar en la próxima temporada, el mayor de los hermanos Ball estaría volviendo a las canchas después de más de 20 meses. Un proceso desolador y más cercano a una pesadilla que a un tratamiento que esperemos que llegue a su fin en los próximos meses.