La historia detrás de Ja Morant
El 10 de agosto de 1999 en Dalzell, una pequeñísima ciudad de apenas más de 2000 habitantes ubicada en Carolina del Sur, nacía Temetrius Jamel Morant. Mejor conocido como Ja, el joven jugó en la secundaria de Crestwood, pero al finalizar su último año no apareció en ninguno de los rankings para los jugadores de su clase (2017), por lo que las ofertas para disputar la liga de básquet universitario podían no llegar nunca.
Para su buena suerte, James Kane, asistente del entrenador de la universidad de Murray State, recorrió siete horas en su auto para pegarle una mirada a un joven talento del estado, Tevin Brown. El descubrimiento de Morant es curioso, Kane escuchó el pique en el parquet de una cancha luego de comprar unas papas fritas y ahí vio al base. Con una increíble capacidad para manejar la pelota y anotar entre rivales más altos, Kane decidió contactar con la universidad para comentarle sobre Ja.
Morant y sus padres ni dudaron en aceptar la oferta, y junto a Brown, se unieron a los Racers de Murray State. El primer año del base no fue malo, 12.7 puntos, 6.3 asistencias y 6.5 rebotes en 32 partidos, pero no era suficiente para pegar el salto a la mejor liga del mundo por lo que esperar un año más en la universidad fue la mejor decisión. Ya como jugador de segundo año y con un rol más importante, la rompió toda: 24.5 puntos, 10 asistencias y 5.7 rebotes para que los Racers clasificaran en el puesto 12 al March Madness y llegaran hasta segunda ronda. Además realizó un triple doble historico de 17 puntos, 11 rebotes y 16 asistencias (el octavo en la historia del campeonato de primera división de la NCAA) para que vencieran a Marquette en primera ronda. “Es una mezcla de John Wall con Chris Paul”, lo definió alguna vez un entrenador rival.
El momento le había llegado, algo que parecía imposible en el 2017 se volvió real en el 2019. El 20 de junio, Adam Silver se subió al escenario del Barclays Center para anunciar que los Memphis Grizzlies elegían con la segunda elección del Draft al base de Murray State, Ja Morant. La franquicia vendió a su estrella, Mike Conley, para depositar toda su confianza en el nuevo rookie del equipo, y el resultado fue inmediato: 8vos en el durísimo oeste.
Su padre, Tee Morant, siempre le dijo “Estás sobrevalorado, nunca ganaste nada”, con el fín de mantener la llama encendida dentro de Ja. Porque si bien ahora es de los mejores bases del mundo, de no ser por Tevin Brown o un paquete de papas fritas, capaz esto nunca hubiese sido posible.
*La imagen principal es de NBA.com
