Suena la chicharra. Los Lakers, campeones por 17ª vez, levantan el trofeo Larry O’Brien. El recuerdo es inevitable: Kobe Bryant fundido en un abrazo con Pau Gasol en 2010. Esta vez, son LeBron James y Anthony Davis quienes podrían escribir una nueva página dorada para la franquicia angelina. A un paso de alcanzar a Boston Celtics en títulos y con el alma de la “Mamba” acompañándolos desde el cielo, los Lakers están a una victoria de la gloria.
¿Cómo llegan los Lakers al Juego 5 de las Finales de 2020?
Con ventaja 3-1 en la serie y en el mejor momento anímico y físico, los Lakers tienen todo a su favor. Dejaron atrás la única derrota (en el Juego 3) y ahora están enfocados en cerrar la serie y conquistar el campeonato.
LeBron James, que promedia 28 puntos, 11 rebotes y 8.5 asistencias en las Finales, está siendo decisivo. Si gana su cuarto anillo, tiene argumentos para reclamar también su cuarto MVP de las Finales. Pero Anthony Davis no se queda atrás: su dominio en la pintura y su consistencia lo hacen igualmente merecedor del premio. En esta serie, AD ha sido el termómetro del equipo: cuando su rendimiento baja, como en el Juego 3 (solo 15 puntos), los Lakers lo sienten.
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Davis se redimió en el Juego 4 con 22 puntos, 9 rebotes y un impacto defensivo clave. A su lado, los “factores X” han sido determinantes: Kentavious Caldwell-Pope, Kyle Kuzma y Markieff Morris han aportado con momentos cruciales. Pese a sus bajos porcentajes, KCP ha sido decisivo con triples en los instantes calientes. Kuzma ha sorprendido con su aporte defensivo, especialmente al marcar a figuras como Butler o Herro. Y Morris, que llegó como un complemento, ha demostrado ser vital, relegando incluso a McGee y Howard. Promedia 11 puntos y un 42% en triples.
El recorrido hasta aquí
El Juego 1 fue un golpe de autoridad de los Lakers. Tras un inicio difícil, el timeout de Vogel cambió el rumbo. Lesiones de Dragic y Adebayo facilitaron aún más el camino. En el Juego 2, con Miami mermado, los Lakers vencieron sin brillar. Pero en el Juego 3, cuando todo apuntaba a una barrida, apareció Jimmy Butler con una actuación histórica (triple-doble incluido) y revivió al Heat.
El Juego 4 trajo el regreso de Adebayo, pero Miami no pudo repetir la hazaña. LeBron y AD reaccionaron a tiempo para darle a los Lakers un triunfo clave.
Un título con un valor emocional inmenso
Este campeonato no sería uno más. Sería el primero tras la trágica partida de Kobe Bryant. Cada jugador, cada acción, cada alley-oop entre LeBron y Davis, parece tener un propósito más profundo: rendirle homenaje al eterno ídolo. Porque para los Lakers, Kobe representa mucho más que un número.
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Recordar su última gran hazaña es inevitable: 2010, Finales ante Boston, una serie épica definida en siete juegos.
Recordando a la Mamba: las Finales de 2010 #
El 29 de mayo de 2010, los Lakers vencieron a Phoenix Suns y sellaron su pase a las Finales por tercer año consecutivo. Enfrente, otra vez Boston Celtics, el rival de toda la vida. Aquella fue la 12ª vez que ambos equipos se enfrentaban por el título.
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Juego 1: Victoria angelina por 102-89. Kobe brilló con 30 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias. Gasol lo acompañó con 23 y 14. Boston no encontró respuestas.
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Juego 2: Boston igualó la serie. Ray Allen fue la figura con una lluvia de triples y Rondo sumó un triple-doble. Kobe, limitado por faltas, no pudo liderar la remontada.
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Juego 3: Los Lakers recuperaron la ventaja. Kobe anotó 29 y Fisher fue clave con 16 puntos. Gasol (13+10) y Odom (12) también destacaron.
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Juego 4: Pese a los 33 puntos de Bryant, Boston empató la serie con un gran cierre de Paul Pierce y una defensa intensa que neutralizó a los Lakers.
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Juego 5: Boston se adelantó 3-2. Pierce anotó 27 y Rondo 18. Los 38 puntos de Kobe no alcanzaron. Fue una muestra del corazón de los Celtics.
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Juego 6: Con la serie en juego, Lakers arrasaron (89-67). Kobe (26+11) y Gasol (17+13+9) lideraron una actuación demoledora. Celtics no pudo reaccionar.
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Juego 7: Un duelo histórico. Gasol y Bryant dominaron el cierre. Artest aportó puntos claves, y Vujačić selló el triunfo con dos libres. El marcador: 83-79. Kobe fue MVP con promedios de más de 28 puntos y 8 rebotes, aunque muchos reclamaron una distinción compartida con Gasol. Pero el alma de los Lakers tenía nombre: Bryant.
2020: ¿una historia que se repite?
Una década después, LeBron busca cumplir una promesa no escrita: devolver a los Lakers al trono y honrar el legado de su amigo. Davis, como Gasol en su tiempo, ha sido su socio perfecto. La discusión del MVP vuelve: ¿será para LeBron o para AD?
Pero más allá de premios, este equipo ha demostrado unidad. Desde el banco hasta el cuerpo técnico, todos han asumido su rol con compromiso. Cada jugador ha estado listo cuando se le necesitó. Y los líderes han sabido inspirar.
Si los Lakers cierran la serie, no será solo un título más. Será un homenaje, una despedida, una celebración. Porque Kobe no está, pero su presencia se siente en cada jugada. Y este anillo, el número 17, será para él.
