Pensar en LeBron James sin asociarlo automáticamente al éxito parece una herejía hoy en día. Sin embargo, su camino hacia el primer anillo estuvo lleno de tropiezos, críticas y transformaciones. Antes de ser el jugador más dominante de la última década, LeBron tuvo que tocar fondo. Y fue precisamente en Miami, junto a Dwyane Wade y Chris Bosh, donde comenzó a escribir una de las páginas más gloriosas de su carrera.
El Rey de las Tres Coronas #
Tras haber caído en sus dos primeras Finales —la primera, barrido por los Spurs en 2007 siendo apenas un veinteañero; la segunda, en 2011 ante los Mavericks de Dirk Nowitzki—, el astro de Akron entendió que el talento no bastaba. Aquella dolorosa derrota en 2011 fue el punto de quiebre. LeBron lució irreconocible en toda la serie y no fue ni el máximo ni el segundo anotador de su equipo. Las críticas llovieron y el flamante “Big Three” fue tildado de fracaso prematuro. Pero esa caída encendió algo: “Me di cuenta que era algo mental. Perdí el amor por el juego y tuve que reencontrarlo”.
2011-2012: la temporada del cambio
La temporada 2011-12 fue atípica: recortada a 66 partidos por el lockout, empezó recién en Navidad. Miami, sin grandes incorporaciones salvo Shane Battier y el novato Norris Cole, construyó un equipo alrededor de su trío estelar. Bibby, Magloire, Dampier y House ya no estaban, e Ilgauskas se retiró. El Heat finalizó segundo en el Este con un sólido 46-20, apenas por detrás de los Bulls de Derrick Rose.
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Pese a las lesiones de Wade —que sólo jugó 49 partidos— el trío brilló: LeBron promedió 27 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias, llevándose su tercer MVP en cuatro años. Wade aportó 22 por noche y Bosh, 18 puntos y 8 rebotes, siendo clave cuando sus compañeros estaban ausentes. La química se afianzaba, y los Playoffs marcaron el inicio de una verdadera transformación.
Primera Ronda: vs New York Knicks
Miami barrió casi sin problemas a los Knicks de Carmelo Anthony. El primer partido fue una paliza (100-67) con 32 puntos de LeBron. En el segundo, Melo respondió con 30, pero el trío de Miami fue demasiado: victoria 104-94. El tercer juego, en el Madison, fue otra muestra de dominio defensivo: 87-70 con 52 puntos combinados de LeBron y Wade. Nueva York evitó la barrida con un apretado 89-87, pero Miami cerró la serie 4-1 en casa con 29 puntos de James. Primer paso cumplido.
Semifinales del Este: vs Indiana Pacers
Indiana, con un joven Paul George y un sólido Roy Hibbert, fue un rival más exigente. En el primer juego, LeBron (32) y Wade (29) marcaron la diferencia. Pero Bosh se lesionó y no volvió en toda la serie. Sin él, Miami perdió los juegos 2 y 3. En el tercero, Wade anotó apenas 5 puntos en 37 minutos, generando una ola de críticas.
Sin embargo, la respuesta fue inmediata. En el cuarto partido, Wade metió 30 y LeBron fue colosal: 40 puntos, 18 rebotes y 9 asistencias. Miami recuperó la ventaja y arrasó en el quinto juego (115-83). En el sexto, Wade volvió a brillar con 41 y LeBron lo acompañó con 28. Victoria 105-93 y pasaje a la final del Este.
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Finales del Este: vs Boston Celtics
El clásico. Boston, con su núcleo de Rondo, Allen, Pierce y Garnett, venía con hambre de revancha tras haber caído en 2011. Miami ganó los dos primeros partidos en casa, pero en Boston, los Celtics reaccionaron y ganaron los juegos 3 y 4. El quinto, de vuelta en Miami, fue un desastre: Pierce y Garnett brillaron, y los Celtics se llevaron un 94-90 que ponía la serie 3-2 a su favor. El Heat estaba contra las cuerdas.
Y entonces, sucedió lo inevitable: Game 6. TD Garden. LeBron James.
Uno de los partidos más icónicos de su carrera. 45 puntos, 15 rebotes, 5 asistencias, con una eficiencia monstruosa (19/26 en tiros). Silencio absoluto en Boston. Miami ganó 98-79 y forzó el séptimo.
En el Game 7, LeBron (31), Wade (23) y Bosh (19) cerraron la serie con autoridad. Rondo anotó 22, pero el banco de Boston sólo aportó dos puntos. Resultado: 101-88 y Miami a sus segundas Finales consecutivas.
Finales NBA: vs Oklahoma City Thunder
El último escollo eran los jóvenes Thunder: Durant, Westbrook, Harden e Ibaka. Un equipo explosivo y sin miedo. Oklahoma ganó el primer partido con 36 puntos de KD. Pero Spoelstra ajustó rápido. LeBron lideró a Miami a cuatro victorias consecutivas.
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En el Game 2, LBJ metió 32 y Battier clavó 5 triples. En el Game 3, volvió a dominar con 29 puntos y 14 rebotes. El cuarto fue una exhibición coral: LeBron (26), Wade (25), Chalmers (25), Bosh (13). El Game 5, en casa, fue una fiesta: 121-106. Triple-doble de LeBron (26-11-13) y un anillo asegurado.
El Rey finalmente coronado
LeBron fue nombrado MVP de las Finales. Sus promedios: 28.6 puntos, 10.2 rebotes, 7.4 asistencias, y un dominio absoluto en ambos lados del campo. Luego de años de cuestionamientos, había logrado lo que tanto anhelaba: convertirse en campeón. El camino recién empezaba.