El otro equipo de New York
En la sombra del Madison Square Garden, nació en 1967 una franquicia criada en las calles de New York. Tuvo muchos nombres hasta llamarse Nets, y recorrió muchos kilómetros hasta encontrar su casa en Brooklyn. Influenciados por un caudal cultural afroamericano, los vuelos de Julius Erving, las rimas de Biggie y los pases de faja de Jason Kidd, el otro equipo de New York escribió grandes historias y actualmente, con Kevin Durant y Kyrie Irving, están listos para ser protagonistas.
Los primeros pasos
En 1967, la American Basketball Asociation (ABA) fue creada como competencia directa de la NBA. Entre los equipos que componían la liga se encontraban los New York Freighters, que tuvieron que moverse a Nueva Jersey, cambiando su nombre a New Jersey Americans.
La mudanza fue resultado de la presión ejercida por los New York Knicks, que se negaban a tener competencia en su ciudad. New York es el mercado más grande de Estados Unidos, por sus 8.4 millones de habitantes, su cultura y su popularidad en el resto del mundo. Ninguna ciudad atrae tantos patrocinadores y fans como lo hace la ciudad de la gran manzana. Los knickerbockers intervinieron en el destino de la franquicia en repetidas ocasiones, como ya veremos más adelante.
En su segunda temporada, el equipo se reubicó en Long Island y cambió su nombre a New York Nets, para que coincida con los New York Mets (béisbol) y los New York Jets (fútbol americano). En 1972, alcanzaron por primera vez las finales de la ABA, aunque cayeron derrotados en seis juegos frente a los Indiana Pacers.
Julius Erving y los años dorados

La historia de la franquicia cambió con la llegada de Julius Erving, en 1973, desde Virginia Squires. El alero dominó a su gusto la ABA en sus tres temporadas con los Nets: fue dos veces campeón, tres veces MVP de la temporada regular, dos veces MVP de los playoffs, tres veces máximo anotador, tres veces all-nba y all-star, MVP del all-star game y campeón del primer concurso de volcadas de la historia. Promedió 28.2 puntos, 10.9 rebotes, 5.2 asistencias, 2.3 robos y 2.1 tapones. Además, se retiró como el quinto máximo anotador de la historia, combinando ABA y NBA.
Doctor J, como sería conocido tiempo después, impuso un juego callejero, vistoso y creativo en la ABA, muy distinto al estilo más rígido y táctico que dominaba la NBA. Pronto, se convirtió en la cara de la competición, le dio credibilidad y elevó su audiencia notablemente.
Además, es reconocido por su habilidad para realizar asombrosas volcadas, saltando grandes distancias frente a cualquier equipo y por encima del más duro de los defensores. Antes de Erving, la volcada era un recurso reservado para los jugadores más altos. Big mans como Wilt Chamberlain (2.16) o Kareem Abdul Jabbar (2.18). Pero él, con sus 2.01 metros, demostró que, con la destreza física necesaria, incluso jugadores más bajos podían ejecutarlas, que era un recurso efectivo, difícil de frenar y estéticamente bello. A partir de su figura, la volcada se instaló como uno de los movimientos más utilizados en el baloncesto estadounidense por jugadores de cualquier tamaño. No fue su creador, pero sí quien las hizo realmente populares.

En su primera temporada lideró a la franquicia a las 55 victorias en temporada regular, para luego vencer a Utah Stars en las finales de 1974. Dos años después, ganando la misma cantidad de juegos en la regular season, se consagraron campeones en seis juegos contra los Denver Nuggets. Dos anillos en tres temporadas.
En el verano de 1976, la ABA y la NBA se fusionaron, ingresando a la actual competición cuatro equipos (San Antonio Spurs, Denver Nuggets, New York Nets e Indiana Pacers). Como sucedió en su fundación, los Nets se vieron fuertemente perjudicados por los New York Knicks y el poder que tenían en la toma de decisiones de la liga. Por «invadir su territorio», los Nets fueron sancionados con una multa de 4.8 millones de dólares, que, sumados al pago de 3 millones por unirse a la NBA, dejaban a la institución en número rojos.
Mejorar el contrato de Julius Erving para retenerlo fue imposible, y la gran estrella fue traspasada a los Philadelphia sixers, donde continuaría ganando títulos y reconocimientos. Sin su estrella, los Nets terminaron la temporada con el peor record de la liga.
Decepciones, fracasos y la muerte de Dražen Petrović
En 1978, el equipo se mudó nuevamente a New Jersey. Durante los próximos 17 años, los Nets superaron la primera ronda de playoffs en tan solo una ocasión y, generalmente, ni siquiera clasificaban a post-temporada. Lo único a destacar de esta era fue la aparición de Buck Williams, rookie del año, tres veces all-star y hasta el día de hoy líder histórico en rebotes, partidos y minutos de la franquicia.
En los inicios de los 90, renació la esperanza a partir de las llegadas de Derrick Coleman y Kenny Anderson vía draft, Dražen Petrović desde Portland y Chuck Daly como coach.

Petro se estableció como el líder del equipo gracias a su talento, entrega y agresividad. Año tras año, sus números mejoraban, alcanzando a promediar 22.3 puntos en una temporada (con los mejores porcentajes de tiro en la historia de la franquicia). Después de mucho tiempo, el equipo se estableció como una constante en los playoffs, clasificando tres temporadas consecutivas, aunque cayendo en primera ronda todos los años.
El futuro parecía brillante, hasta que el lunes 7 de junio de 1993, Dražen Petrović falleció en un accidente automovilístico en Alemania, en un viaje que realizaba para jugar con la selección de Croacia. Este hecho tuvo un impacto brutal en el equipo, tanto en lo anímico y emocional como en lo deportivo. Su número “3” fue retirado por los Nets en forma de homenaje. Luego del accidente, la franquicia se quedó sin playoffs en seis de las siguientes siete temporadas.
En los 2000, llegó a las oficinas Rod Thorn (quien eligió a Michael Jordan en el draft de 1984) y casi de inmediato formó el mejor equipo en la historia de la franquicia desde su llegada a la NBA. Bryon Scott fue contratado como entrenador y Kenyon Martin, Richard Jefferson, Jason Collins y Brandon Amstrong se incorporaron vía draft.
La era de Jason Kidd
En 2001, llegó Jason Kidd desde Phoenix Suns. Con 28 años, lideró desde el puesto de base a un equipo totalmente renovado y lleno de potencial. Durante sus seis temporadas en New Jersey, destacó por su habilidad para anotar, asistir y capturar rebotes con enorme facilidad, lo que le valió el apodo de “mr. triple-doble”.

En su primera temporada, alcanzaron las 52 victorias en temporada regular, récord de la franquicia hasta la actualidad. Además, finalizaron primeros en la División Atlántico por primera vez en su historia.
En primera ronda, derrotaron en seis juegos a los Pacers de Reggie Miller en un partido memorable. El encuentro se definió en dos tiempos extras, y fue el único partido de playoffs en el que todos los cuartos y el primer tiempo extra terminaron empatados. En segunda ronda, vencieron a los Hornets por 4-1 y se consagraron campeones de conferencia en seis juegos contra los Celtics. Ese fue el techo para los Nets, que chocaron contra los poderosos Lakers de Shaq y Kobe, cayendo 0-4 en las finales.
La siguiente temporada, reforzaron el roster con Dikembe Mutombo, uno de los mejores defensores interiores de todos los tiempos. De todas formas, estuvo toda la temporada en el banco debido a una lesión en la muñeca. Aun así, los Nets cerraron una gran temporada con un balance de 49-33. Nuevamente, se consagraron campeones de conferencia y se enfrentaron en las finales a los San Antonio Spurs, que contaban con el MVP Tim Duncan, David Robinson, y dos jóvenes prometedores, conocidos como Tony Parker y Manu Ginobili.
Las finales fueron muy parejas, finalizando 2-2 tras los primeros cuatro juegos. En el quinto, el equipo careció de efectividad, y en el sexto, una racha de 0-19 sepultó sus esperanzas de campeonar.
Tras la derrota, los Spurs trataron de quedarse con Kidd, que declaró que “todavía tenía asuntos por terminar”, y firmó una extensión de contrato. La siguiente temporada, derrotaron a los Knicks en una recordada serie de playoffs, pero cayeron contra Detroit Pistons, futuros campeones.
En busca de mejores resultados, la franquicia contrató a Vince Carter, figura absoluta de Toronto Raptors y estrella en ascenso de la NBA. Vinsanity tuvo un impacto inmediato en el equipo y fue elegido para el all-star game en su primera temporada. Los Nets pudieron entrar a playoffs por poco, pero fueron barridos en primera ronda por Miami Heat, equipo que los dejó eliminó nuevamente la siguiente temporada. La 2005-2006, estuvo marcada por la irregularidad, pero queda como efeméride las catorce victorias consecutivas en la regular season, record de la franquicia. La 2006-2007 fue la última vez en mucho tiempo que los Nets alcanzaron la segunda ronda de playoffs, en la que cayeron frente a Cleveland.

La salida de Jason Kidd, traspasado a Dallas Mavericks, a mitad de la temporada 2007-08, marcó el final de esta breve y exitosa etapa. Los Nets supieron dominar la conferencia Este durante algunos años, e incluso estuvieron a pocos partidos de alcanzar la gloria absoluta. Kidd dejó el equipo como el líder histórico en asistencias, triples, robos y triples-dobles. Además, fue cinco veces all-star, tres veces all-nba y otras seis veces all-defensive. Promedió 14.6 puntos, 9.1 asistencias, 7.2 rebotes y 1.9 robos en sus seis temporadas, quedando segundo en las votaciones por el MVP en 2002. Es, sin lugar a dudas, el mejor jugador en la historia de la franquicia desde su incorporación en la NBA.
92 victorias, 220 derrotas
Conscientes del final de una era, los Nets comenzaron a desprenderse de sus mejores jugadores para concentrarse en una nueva etapa de reconstrucción. Los dos mejores compañeros de Kidd, Richard Jefferson y Vince Carter, salieron del equipo dos temporadas después que el base.
La 2009-10 fue la peor temporada en la historia de la franquicia, el equipo finalizó con un record de 12-70, convirtiéndose en el quinto equipo en llegar a setenta derrotas (el primero desde los Nuggets de 1998). Además, registraron el peor inicio en la historia de la liga, enfilando 18 derrotas consecutivas. En tiempos tan duros, Brook Lopez fue drafteado, pieza fundamental en el futuro y jugador franquicia durante varias temporadas.
La 2011-12 fue la última temporada en New Jersey, finalizando con record de 22-44. Los Nets anunciaron en 2007 la contrucción del Barclays Center, un moderno pabellón patrocinado por el banco británico. El final de la obra coincidió con los peores años de la franquicia, que ya de nuevo en New York, se ilusionaba con un futuro distinto.
El nacimiento de Brooklyn Nets
La franquicia cambió su nombre a Brooklyn Nets en una mudanza muy aceptada por los hinchas. Otros cambios de ciudad fueron muy devastadores para los fanáticos, debido a la distancia y la pérdida de identidad de la franquicia antes y después de su reubicación. Un ejemplo muy claro es el de los Seattle Supersonics, equipo que se mudó 3172 kilómetros, cambió su nombre, su logo y sus colores. Los Nets, en cambio, mantuvieron intacta su identidad y se movieron apenas 24 kilómetros a una ciudad más atractiva y rentable económicamente.

Prójorov, dueño del equipo, prometió que iban a luchar por el anillo y lideró una front office muy agresiva en sus movimientos. Para formar un equipo candidato renovaron a Deron Williams, única luz en estos desastrosos años, e incorporaron al letal Joe Johnson, un excelente escolta que destacó por su frialdad para tomar los tiros en el clutch. Además, se efectuó la renovación de Brook Lopez, que había promediado casi 20 puntos en tres temporadas consecutivas
El peor traspaso de la historia
La franquicia se puso como objetivo competir a corto plazo, impulsados por la front office agresiva que ya nombramos. Los Nets realizaron un traspaso que en su momento generó mucha polémica y que, años después, es considerado uno de los peores de todos los tiempos.
Brooklyn recibió a dos leyendas de la NBA como lo son Kevin Garnett y Paul Pierce, con el pequeño detalle de que el primero tenía 37 años y el segundo lo seguía de cerca con 36. Ninguno estaba en su mejor nivel, e incluso ambos coqueteaban ya con su retiro. Jason Terry, con 36 años, también fue parte de la negociación.

Lo más grave es todo lo que tuvieron que dar los Nets, para hacerse con tres jugadores, que un año y medio después abandonaron la franquicia. En primer lugar, perdieron a Kris Humphries, Gerald Wallace, Marshon Brooks, Keith Bogans, aunque ninguno se destacaba demasiado. En segundo lugar, y lo más determinante del traspaso, entregaron sus próximos cinco años de rondas de draft, quedándose sin la oportunidad de incorporar talento joven por esa vía. Con esas elecciones, los Boston Celtics consiguieron al all-star Jayson Tatum y a Jaylen Brown, además de utilizarlas para el traspaso que les permitió quedarse con Kyrie Irving.
Año y medio después, los Nets, tras caer en segunda ronda de playoffs, perdieron a sus veteranas estrellas y no contaban con jugadores talentosos que pudieran ponerse la franquicia al hombro.
Sean Marks y una cultura ganadora
A comienzos de 2016, la franquicia contrató a Sean Marks como nuevo general manager. Sin estrellas, jóvenes talentosos y chances de competir, el GM encabezó un meticuloso proceso para conseguir rondas de draft, y así construir un equipo competitivo.
Los Nets se encargaron de recibir jugadores con contratos tan grandes, que sus franquicias no querían o no podían pagar, y a cambio, recibieron las elecciones de draft que tanto necesitaban. Incorporaron jugadores con contratos tóxicos como Demarre Carroll, Kenneth Faried o Jared Dudley, que habían firmado abultados acuerdos por cantidades de dinero que ya no valían, pero que igual debían ser pagadas.
Con este sistema el equipo drafteó a talentosos jugadores como Jarrett Allen, Caris LeVert o Rodions Kurucks. Además, a cambio de Brook Lopez y el contrato tóxico de Mozgov, recibió a D’Angelo Russell, futuro all-star, e incorporó a Spencer Dinwiddie y Joe Harris por dos contratos mínimos, jugadores cuyo valor de mercado se ha multiplicado desde su llegada a Brooklyn.
Con este grupo de jóvenes, los Nets finalizaron sextos superando todas las expectativas. A partir del brillante trabajo desde las oficinas, la franquicia llegó a la agencia libre con suficiente espacio salarial y credibilidad como para atraer estrellas. De esta manera, Kevin Durant y Kyrie Irivng se incorporaron al equipo, rechazando incluso a los New York Knicks, situación impensada años atrás.

Luego de un año de transición, la franquicia está preparada para desafiar su historia. Brooklyn Nets ya no es un equipo perdedor, es un nuevo destino para superestrellas, con una cultura ganadora en formación. El otro equipo de New York, está listo para adueñarse de la ciudad.