El nuevo trío de espadas de Italia

Hace varios años que Italia no consigue dar un paso firme en el más alto nivel de las competencias FIBA. Después de la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 contra Argentina, la caída del seleccionado europeo fue estrepitosa.

Curiosamente, la presencia tana en la NBA en los últimos 15 años fue la mayor en toda la historia. Las apariciones de Luigi Datome, Andrea Bargnani, Marco Belinelli y Danilo Gallinari en la liga más importante del mundo no tuvieron tanto efecto positivo en el conjunto nacional, señalando especialmente los últimos tres que fueron los mejores drafteados entre los nacidos en tierra italiana.

Ese proceso parece haber llegado a su fin en los últimos años, con la clasificación al mundial de China en 2019 y la eliminación en segunda ronda como capítulo de cierre. Renovada, con el énfasis puesto en jugadores que lentamente crecieron en los últimos años y que aún tienen camino por recorrer, Italia concretó su vuelta a la máxima competencia de los deportes en Tokio 2020 (o 2021, como deseen) después de consagrarse en el preolímpico de Belgrado.

Si bien es necesario marcar las ausencias que sufrió Serbia en el torneo clasificatorio, Italia tuvo una buena organización enfocada en el small-ball en los apenas tres partidos que jugó. A aquel plantel que consiguió la hazaña se sumará Gallinari, quien se encontraba disputando las finales de la Conferencia Este en la NBA. De todas maneras, los tres pilares en los que parece que se establecerá el equipo quedaron destacados claramente.

Achille Polonara

Achille Polonara realizando un tiro en suspensión.

Por algo fue MVP en Belgrado liderando la tabla de rebotes y siendo el jugador más eficiente del torneo. El ala-pivote tuvo un gran recorrido por Italia en el Teramo, el Varese y el Reggio Emilia antes de dar el salto al Baskonia en la temporada 2019/20. Después de un periodo de adaptación en su primer año, lentamente fue ganando confianza y se afianzó sólidamente en la última campaña como segundo máximo anotador y líder reboteador del equipo.

Gracias a ese crecimiento, a los 29 años firmará contrato con el Fenerbahce de Turquía por dos temporadas, donde apuntará a sumar en la pelea del equipo por el trofeo de la Euroliga. Con lanzamientos exteriores, buena altura y presencia alrededor de los tableros, tiene las cualidades para aportar versatilidad desde el ala con una altura considerable (2,03 metros).

Llevando la camiseta azzurra tuvo un buen trayecto por las categorías juveniles, incluyendo el subcampeonato en el Eurobasket sub-20, pero nunca tuvo las oportunidades para destacar con la mayor hasta sus partidos en el corriente 2021. Siempre disputó amistosos y clasificatorios sin pisar fuerte, por lo que su única presencia en competencia oficial fue en el Eurobasket 2015, donde apenas disputó minutos. Este año dio un paso al frente y los ojos ya estarán posados sobre él desde la previa de Tokio.

Simone Fontecchio

Simone Fontecchio realizando una bandeja

Ocupando un rol similar a su compañero en las posiciones medias de la cancha, el alero de 25 años tuvo un torneazo en el preolímpico y fue el segundo máximo anotador de la competencia con porcentajes por encima del 50% tanto en tiros de campo como en triples y sin errar tiros libres. Tomó la posta en buena parte de las ofensivas italianas con tiros a media distancia, con un grado elevado de dificultad, y fue gran artífice de las tres victorias.

Después de varios años rondando por Italia desde su debut en 2012, arribó en la última temporada al Alba Berlín, donde fue campeón de la liga alemana siendo el máximo anotador del equipo junto a Marcus Eriksson con 11.9 puntos por partido. Además, compitió en su cuarta Euroliga, la primera de ellas en las que tuvo mucha continuidad y disputó casi todos los encuentros del equipo en la máxima competencia continental.

Igualmente, para la temporada 2021/22 tendrá un nuevo desafío con una nueva camiseta: el Saski Baskonia. El anteriormente mencionado equipo español, que disputará tanto la Liga Endesa como la Euroliga, sufrirá la partida de varios de sus jugadores importantes, entre ellos su compatriota Polonara, y Fontecchio ocupará la posición de alero en las líneas vascas.

A nivel seleccionado, los Juegos Olímpicos en Tokio serán su primera competencia de gran relevancia. Hasta ahora sólo estuvo presente en etapas clasificatorias y la primera vez que consiguió destacar en ellas fue justamente en el reciente preolímpico disputado en Serbia.

Nicolo Mannion

Nicolo Mannion realizando una bandeja

El menor del tridente fue una sorpresa en Belgrado. Comenzó desde el banco y con tremendos rendimientos fue ganando terreno hasta ganarse la titularidad en la final contra los locales. Hizo valía de su juventud mostrando mucha actitud, rebeldía, desplegando mucha energía con una versatilidad que puso a varios en aprietos. A pesar de ser el de menor tiempo en cancha de los tres, terminó justo detrás de Fontecchio en la anotación del torneo y fue el mejor repartidor de Italia con 4 asistencias.

En el Draft del 2020 hizo su llegada a la NBA de manera sorpresiva, no tanto por su presencia sino más bien por su posicionamiento. A pesar de haber tenido un recorrido espectacular en high school que lo ubicaba en el top 10, la diferencia física se hizo notar en la NCAA y cayó al puesto 48 en manos de los Golden State Warriors. Después de un buen desempeño en la burbuja de la G-League con los Santa Cruz Warriors, promediando 19.8 puntos, 6.9 asistencias y 1.8 robos, se ganó un lugar en la pelea por minutos en la rotación.

Mannion es un base que destaca por tener rendimientos parejos, buenos en la mayoría de los apartados, pero sin terminar de destacar. En ese sentido, su altura y físico le pasa factura para competir en la NBA, aunque al ser tan joven tiene tiempo para mejorar y hacerse su espacio en la liga. Más allá de eso, sus condiciones a sus 20 años ya son perfectas para rendir en un alto nivel en FIBA y lo demostró en los minutos que tuvo en cancha.

Portando la azzurra había debutado en la clasificación al mundial de China 2019 con 17 años, pero el 2021 fue su momento de empezar a asumir su rol como base del futuro de su país. Había disputado un par de amistosos previos al torneo y finalmente se ganó los reflectores en Belgrado. Los mismos que apuntaran hacia él cuando Italia haga su debut contra Alemania el 25 de julio en Tokio.

*Imágenes vía FIBA.

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