El guerrero Towns y su noche triple récord
La jornada del Lunes 14 de Marzo pintaba para ser una noche totalmente Warrior. Cumpleaños número 34 de Stephen Curry, el regreso de Draymond Green haciendo que tras 1005 días el trío histórico de los Warriors comparta pista (aunque el día del regreso de Klay, Green, lesionado, jugó un puñado de segundos) y encima 47 puntos del Chef para celebrar su natalicio y la victoria frente a los Wizards. Sin embargo, un rato antes de que todo esto pasara en la Bahía de San Francisco, Karl-Anthony Towns forjaba algo histórico en San Antonio, Texas.
Karl-Anthony Towns Cruz. Un guerrero con todas las letras, aunque no vistiese la camiseta de los Warriors. Guerrero por algo mucho más importante que solo vestir una musculosa que lo diga. Son más que sabidos los estragos que generó el Covid-19 alrededor de todo el mundo, pero algo que no es de tan público conocimiento es lo que tuvo que padecer el pívot dominicano de los Minnesota Timberwolves. No sólo fue su madre Jacqueline Cruz la que perdió la batalla contra el virus, sino que otros siete integrantes de su familia tuvieron la misma desgracia.
El 13 de abril del 2020, la vida de Towns-Cruz cambió para siempre. «Ese día me cambió como hombre. Nunca voy a recuperar a ese niño inocente, eso se ha ido. Desde ese día, siento que el mundo me hizo un poco más frío. Tomó lo que era más valioso para mí», declaró Towns unos meses atrás.
KAT es un luchador en la pista. Aún estando lejos de ser un buen defensor, siempre lo caracterizó ese afán por agarrar la mayor cantidad de rebotes posibles. Es innegable que tiene la mentalidad de un guerrero. Un guerrero busca triunfar en todos los desafíos, aunque estos sean los más difíciles. Qué podemos decir del primer pívot en ganar un concurso de habilidades (además de hacerlo en su año rookie) y un concurso de triples (con el adicional de conseguir el récord de puntos en una ronda final con 29).
La noche récord
Regresamos a la noche de ayer en San Antonio, donde el egresado de Kentucky con 2.11 metros de altura la rompió más que nunca. 17 rebotes fueron acompañantes de lujo de unos monstruosos 60 puntos (19/31 TC, 7/11 3P, 15/16 TL). Con esta séxtuple decena, Towns se superó como el máximo anotador en un partido en la historia de la franquicia de Minneapolis (el 28 de marzo del 2018 metió 56 contra los Atlanta Hawks). Obviamente, al solamente jugar en los TImberwolves desde que estos lo seleccionaron con la primera elección en el Draft del 2015, también consiguió su máximo de carrera. Y en tercer lugar, se convirtió (hasta el día de la fecha) en el jugador que más puntos metió en un solo partido de esta temporada superando los 56 de Trae Young y LeBron James.
Lo que hace aún más espectacular la actuación de ayer es el tercer cuarto, donde convirtió 32 puntos. De esta manera, quedó quinto en la lista de más puntos en un cuarto de toda la historia. Detrás de los 37 de Klay Thompson vs Kings en 2015, los 34 de Kevin Love vs Blazers en 2016, los 33 de George Gervin vs Utah en 1978 y de los también 33 de Carmelo Anthony vs Timberwolves en 2008, se encuentra el dominicano empatado con David Thompson, quien curiosamente también consiguió un cuarto bestial horas antes que Gervin lo supere en la última jornada de la temporada 1977-78.
Towns reconoció que desde la muerte de su madre no le significan nada los premios o los elogios, ya que sólo le importaba su mamá. «Ella es quien hizo que todos esos recuerdos fueran geniales. Ella en el día del Draft volviéndose loca, y eso lo hizo divertido. Fue ella, cuando me gradué, la que lo hizo especial. Ella era la que antes de cada partido tenía un ritual, la que entraba a la cancha para saludarme y luego volvía a las gradas. Ella siempre desde que era joven me decía: ‘Estoy aquí para ti’. Seguramente, fue ella la que estuvo en la primera fila de la tribuna más alta de todas, viendo a su hijo hacer historia.
