Atlanta Hawks: El despegue de Trae Young en período de «tanking»

La temporada comenzó de la mejor manera posible, dos triunfos al hilo y buenas actuaciones hacían parecer que este año todo iba a ser distinto a los años previos, donde el «tanking» y la búsqueda de un proyecto a futuro eran una constante. Trae Young siguió con números impresionantes como los del final de la temporada previa y anotó 38 y 39 puntos en esos primeros partidos, acompañados de 9 asistencias. Tenía en John Collins un gran acompañante, promediando doble-doble en puntos y rebotes, y los demás jóvenes acompañaban de manera correcta. Luego, llegarían 6 derrotas en los próximos 7 partidos y, además, se daba la lesión del mismo Collins, que sería durísima para el plantel.

20 derrotas en los siguientes 22 partidos hacían que la afición comience a dudar de la capacidad de los compañeros de Trae Young, quien seguía con números de MVP. En aquel entonces, los mejores acompañantes eran Jabari Parker y Kevin Huerter, pero está claro que con eso no alcanzaba. Así, comenzaron los traspasos. Se fueron Jabari Parker, Alex Len, Evan Turner, Tyrone Wallace, entre otros; mientras que arribaron Jeff Teague, Clint Capela, Skal Labissiere y Dewayne Dedmon. Estas adquisiciones le dieron al equipo mayor profundidad en el banquillo, más experiencia y mejor defensa. Mientras tanto, liberaron espacio salarial para la agencia libre.

Saltamos a los últimos partidos de la temporada, donde los resultados mejoraron y el rendimiento del equipo en general fue muy superior al mostrado en la primera parte de la misma. La mejoría más grande se vio en los jóvenes, como Huerter, Hunter y Reddish, que agarraron confianza y mejoraron notablemente sus números y sus porcentajes. Después del All Star Break , Hunter promedió 14 puntos y 8 rebotes con porcentajes de 43-39-78, Reddish promedió 18 puntos con porcentajes de 50-40-86 y el colorado Huerter tuvo números cercanos a 13 puntos y casi 6 asistencias por partido, mientras que lideró al equipo en asistencias en 3 de los últimos 5 encuentros.

Al final, la mala racha fue demasiado importante y, en caso de que se de por terminada la temporada, el récord final fue de 20 victorias y 47 derrotas. Finalizando en la posición 14 (ante último) de la Conferencia Este y en el puesto 27 de toda la NBA. Terminó siendo otro período de «tanking» y el objetivo principal pasó a ser conseguir una elección alta en el próximo Draft, otra vez.

*La imágen principal es de Scott Cunningham – Getty Images